Cuando hablamos de estudios, la organización es la palabra clave para el éxito. Por eso, un plan de estudio que contemple fechas, horarios y objetivos a alcanzar es una herramienta esencial tanto para estudiantes como para personas que trabajan y estudian.
Los beneficios de adoptar un plan son varios, entre ellos una mejor gestión del tiempo, mayor rendimiento en el estudio y mayor capacidad de concentración, aumento de la productividad, entre otros.
Esta técnica no solo no es nueva, sino que también es bastante utilizada por quienes buscan alcanzar buenos resultados. A continuación, te presentamos algunos consejos para crear un plan de estudios adaptado a tus necesidades.
¿Qué es un plan de estudio y para qué sirve?
Podemos considerar que un plan de estudio es un cronograma o calendario bien definido, donde se colocan los objetivos de estudio, así como la organización del tiempo dedicado a esos objetivos.
Uno de los principales objetivos de tener un plan es lograr una mejor gestión de tu tiempo. En este cronograma, además de las clases, debes incluir también otras actividades como trabajo –si es el caso–, compromisos sociales, deporte, entre otros. Así, también podrás ver si estás dedicando tiempo suficiente a los estudios.
En resumen, planificar tu estudio te ayudará en la organización, capacidad de concentración, motivación, productividad, desempeño, autoconfianza y gestión del tiempo.
Crea un plan de estudio eficaz en 5 pasos
Planificar tu tiempo de estudio mejorará tu desempeño y te llevará a alcanzar buenos resultados.
- Analiza lo que funciona para ti
Para ser eficaz, el plan de estudio debe ser personalizado, es decir, debe adaptarse a tus necesidades. Así, debes responder a las siguientes preguntas antes de definir tu cronograma:- ¿Cuál es el momento del día en que eres más productivo?
- ¿Puedes estudiar durante varias horas seguidas o prefieres bloques de estudio más pequeños?
- ¿Para comprender y memorizar mejor la materia necesitas estudiarla inmediatamente o no?
- Rellena el calendario
Coloca en un calendario -digital o en papel- todos tus compromisos y horarios de clases, trabajo y otras actividades. De esta forma, podrás ver el tiempo que tienes disponible para estudiar.
Si ves que tienes poco tiempo, evalúa qué puedes recortar o reducir. Incluye también las fechas de exámenes o entrega de trabajos para organizar mejor tus sesiones de estudio. - Elige tu método de estudio
Elegir un método de estudio también es importante. Hay varios métodos que puedes utilizar, pero debes elegir el que mejor se adapte a ti.
Por ejemplo, si no puedes estudiar durante mucho tiempo seguido, puedes usar la técnica Pomodoro, que consiste en establecer 25 minutos para estudiar y 15 minutos de descanso, y así sucesivamente. Pero pueden ser más minutos de estudio; aquí lo importante es alternar el trabajo con períodos de descanso.
Si funcionas de una manera más “visual”, puedes optar por usar un esquema con las ramificaciones de los diferentes subtemas para ayudarte a memorizar y asimilar la materia con más facilidad. - Elabora tu horario
Ahora que ya sabes el tiempo que tienes disponible y el tiempo que necesitas para estudiar, incluye las sesiones de estudio en el calendario para reservar ese tiempo. También debes decidir los días para cada materia, así como reservar más tiempo para los temas que te resultan más difíciles. - Adapta tu plan de estudio
Evalúa, a lo largo de las semanas, cuáles son los objetivos que quieres alcanzar y lo que necesitas mejorar. ¿Estás logrando seguir las clases? ¿Necesitas reforzar el estudio de algún tema? Si es así, ajusta tu plan a tus necesidades.