En el mercado laboral, aunque el conocimiento técnico sea importante, las competencias sociales son cada vez más valoradas y pueden marcar la diferencia a la hora de contratar.
Los procesos de reclutamiento han evolucionado y, actualmente, se realiza una evaluación 360 grados a los candidatos. Además de las competencias técnicas, también se espera que estos posean habilidades sociales como la inteligencia emocional, la adaptabilidad y el pensamiento crítico, entre otras.
Este cambio notable puede verse reflejado en los anuncios de empleo, donde los reclutadores buscan al candidato ideal, es decir, alguien que represente el equilibrio perfecto entre hard skills (competencias técnicas) y soft skills (competencias sociales).
Por lo tanto, para cumplir con las exigencias actuales del mercado, es necesario que durante el proceso formativo también se trabajen las competencias sociales y emocionales para potenciar el desarrollo personal y profesional.
Diferencias entre competencias técnicas (hard skills) y competencias sociales (soft skills)
Las hard skills son el conjunto de competencias técnicas y conocimientos específicos indispensables para realizar una determinada tarea o función. Estas competencias se adquieren a lo largo del recorrido académico, prácticas, formaciones o mediante la experiencia profesional.
Por su parte, las soft skills son competencias sociales. Es decir, son las cualidades personales y sociales necesarias para prácticamente todos los empleos. En resumen, son aquellas características que nos hacen “deseables” en cualquier equipo de trabajo. La buena noticia es que, al igual que las competencias técnicas, también estas pueden ser aprendidas y desarrolladas.
¿Cuáles son las soft skills más valoradas?
El conocimiento técnico es importante, pero no basta para conseguir un empleo o evolucionar en la carrera. Por ejemplo, la competencia técnica no te servirá de mucho si no eres capaz de manejar situaciones de estrés o de trabajar en conjunto con otras personas.
Para destacarte en un proceso de reclutamiento o valorarte profesionalmente, es importante desarrollar tus competencias sociales. Estas son algunas de las soft skills más buscadas y valoradas en el mercado laboral.
- Gestión del tiempo
Gestionar bien el tiempo de trabajo, es decir, hacer más con el tiempo disponible, es generar valor para la empresa. Esta es una medida de la productividad de un profesional y es importante en cualquier área de actividad. Tener una fuerte capacidad de gestión del tiempo, definiendo prioridades en las tareas, es una garantía para el empleador de que se pueden cumplir los plazos. - Inteligencia emocional
La inteligencia emocional es la clave para comprender las emociones, tanto las tuyas como las de quienes te rodean. La capacidad de ponerte en el lugar de los demás, de sentir empatía, de saber lo que los motiva y por qué reaccionan de determinada manera, será una ventaja para tu desarrollo personal y profesional. Esta es una de las competencias sociales que ayudará a promover una mejor colaboración y una comunicación más sólida. - Adaptabilidad
La adaptabilidad es la palabra clave en un mercado de trabajo en constante cambio y actualización tecnológica. Poder adaptarte fácilmente a los cambios que puedan surgir en el lugar de trabajo también demuestra tu inclinación hacia el aprendizaje continuo. - Comunicación asertiva
Comunicar con asertividad no es comunicar con agresividad; por el contrario, es la capacidad de transmitir información de manera clara y relacionarte con los demás para conseguir su colaboración y atención.Un comunicador asertivo es aquel que logra expresar sus ideas con palabras y gestos de manera segura, sin causar conflictos ni malentendidos. - Capacidad para trabajar en equipo
Obviamente, la mayoría de los trabajos implican colaborar con otros, por lo que saber trabajar en equipo es esencial. Trabajar en equipo significa que eres capaz de gestionar conflictos, colaborar con diferentes personas y compartir ideas. - Creatividad
La creatividad o el pensamiento creativo es una de las competencias sociales más buscadas por las empresas. Ser creativo implica saber encontrar soluciones diferentes para situaciones determinadas, por ejemplo, para resolver un problema o para lograr un resultado más rápidamente. - Capacidad de escucha
Saber escuchar es tan importante como saber comunicar. Ser capaz de escuchar con atención y entender el mensaje transmitido es fundamental para crear un buen ambiente de trabajo y evitar conflictos. Muchos problemas de comunicación surgen por no escuchar correctamente lo que se ha explicado o pedido. - Capacidad de análisis
Esta es la capacidad de entender, interpretar la información y sacar conclusiones. En cualquier empleo, un profesional deberá evaluar situaciones y resolver problemas, y para ello es necesario tener un pensamiento lógico para tomar decisiones fundamentadas. - Actitud positiva
La actitud positiva es una ayuda para ti y también para los demás. Los profesionales con una actitud positiva logran motivar a quienes los rodean, son más productivos y eficaces, ya que ponen todo su entusiasmo en su desempeño para alcanzar metas y objetivos.